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jueves, 11 de agosto de 2011

Primer día de ruta

Hacer las maletas ha sido una locura pero conseguimos que todo entre. Un taxista infame, de hecho la única persona borde que hemos encontrado hasta ahora, nos lleva a la oficina de alquiler de coches. Una tía con más gravedad que Plutón nos toma los datos –momento emocionante para mí porque es la primera vez que alquilo un coche a mi nombre- y nos dirige al sótano donde Alex, un tío encantador, nos dice que finalmente nos ha tocado “el similar”. En lugar del Chevrolet Equinox tenemos un Ford Edge nuevito, un coche chulísimo petado de luces por todas partes, con conexiones para todo, comodísimo, reposa vasos a pasto, radio por satélite… Genial, Geni, well done, estupendo el coche. Enganchamos el navegador de Geni y empieza la ruta.

Primera parada, Henry’s Drive In “it’s a meal in itself” en Cicero, muy cerca de Chicago a probar su famosísimo hot dog. Nos encantó y ha sido el primer lugar en el que encontramos la huella de la ruta.


De ahí a Joliet, una ciudad sorprendentemente pequeña para el teatro tan alucinante que tiene. No quisimos entrar porque las visitas son guiadas y duran una hora. Nos gustó mucho pero no tanto como para quedarnos tanto tiempo. Después fuimos al primer museo que encontramos en la ruta, el Route 66 Welcome Center. La entrada vale 5$ por persona. Tiene también una tienda llena de todo tipo de cosas relacionadas con la ruta. Acabamos con las imanes de la estantería de tantos que nos llevamos y sacamos unas fotos muy chulas. También compramos una pegatina para tunear el coche y que hasta él nos recuerde dónde estamos.


Tema: la mejor guía de la ruta es una que se llama EZ66 Guide for Travelers escrita por Jerry McClanahan. Nosotros llevamos cinco diferentes y ésta es la más detallada de todas, se encuentra por toda la ruta. Eso sí, hay que tener cuidado porque de tanto detalle se pasa y acabas parando en cada poste. Poco más, queda mucha ruta por delante y queríamos ver la cárcel de la ciudad. Parece raro pero es un edifico que recuerda mucho a un castillo. Lo construyó el mismo tipo que hizo la Water Tower de Chicago y la verdad es que se nota un montón en el estilo. Es la cárcel de la peli de los Blues Brothers y luego nos enteramos que también la de Prision Break y no sé cuántas pelis/series más. Muy chula la verdad.
Salimos de Joliet y continuamos para bingo. Comemos en el Polk a Dot, un restaurante de carretera de los años 50 que nos cuesta un montón encontrar porque las señales de carretera brillan por su ausencia. Está lleno de Elvis, Marilyns, Betty Boops… etc. y tiene una decoración curiosa. En las puertas de los baños de los chicos hay una chaqueta de los T-Birds y en la de las chicas la de las Pink Ladies, las pandillas de Grease. Ni la camera nos entiende ni nosotros la entendemos a ella. Bienvenidos a la América profunda.
Continuando por la 66 seguimos viendo gasolineras antiguas y referencias a la ruta cada poquito. Problema? Todo cierra entre las 5 y las 6 de la tarde. Acabamos pasando por delante de un montón de sitios ya cerrados. O vigilamos tema horarios o estamos muertos, juasss…
Eso sí, vemos el primer gigante de la ruta, el Gemini donde le sacamos esta foto tan estupenda a Geni y Marian.
Llegamos a Pontiac que salvo por el nombre no tiene nada que ver con los coches y acabamos durmiendo en un sitio medio de aquella manera, pero limpito que es lo que necesitamos. Primer día de ruta, primer subidón de adrenalina.

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