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viernes, 12 de agosto de 2011

De Pontiac a Saint Louis


Nos levantamos prontito para recorrer la ruta de los murales de Pontiac. Se trata de una serie de graffitis repartidos por la ciudad aunque realmente muy concentrados cerca del Route 66 Hall of Fame and Museum, una especie de museo-tienda de antigüedades-exposición de fotografías todo en el mismo edificio. Es aquí donde oímos en boca de la señora amabilísima que lo lleva "have a safe trip", lo mejor que le pueden desear a un viajero de la ruta. Los murales son muy chulos, hay poco más de 20 repartidos por toda la ciudad y son todos muy retro. El más típico de todos es uno que hay detrás del museo. Podéis aparcar vuestro coche/moto enfrente de él y haceros una foto muy chula. Yo subo la de los niños que han quedado muy guapos. Justo al lado de ese mural hay una roulote de un viajero de la ruta que la tuneó hasta la demencia convirtiéndola en una auténtica casa sobre ruedas. Digna de ver.


Los chicos, el mural y nuestro coche
Cogemos de nuevo la ruta y dejamos atrás Pontiac camino de Saint Louis, que es nuestro objetivo para dormir. Pasamos por Towanda donde hay una parte de la antigua carretera de la ruta que se puede pisar. Los tramos aquí están bastante deteriorados y ya que no se puede conducir, al menos se puede caminar y tocar de verdad la ruta.
Continuamos hasta Bloomington, que aparte de muchas otras cosas es famosa por los Beer Nuts, los cacahuetes que te ponen con las cervecitas por todo EE.UU. En todas las guías te recomiendan que pares en la fábrica. Nosotros lo hicimos y fue decepcionante. Una tienda mona llena de cacahuetes, nueces de macadamia, kikos y tonterías por el estilo en mitad de una oficina. La parada sólo sirvió para que todos pasáramos por el baño y yo pudiese cargar un poco la batería del portátil, una pérdida de tiempo vaya. En Shirley nos costó un montón encontrar la granja Funks Grove Maple Sirup. Antes de ella nos metimos en otra bastante chula en la que las chicas nos sacamos una foto entre el maíz como si fuéramos Mordecai en pleno ataque. La del sirope no vale nada salvo que en tu vida sólo hayas pisado asfalto. En cualquier caso, pedazo de granjas tienen estos señores, cuidaditas y monísimas.
Continuamos el viaje y al llegar a Williamsville empieza el horror. Hay que tener en cuenta que esta ruta se recorre en los dos sentidos, así que, por ejemplo, en un cruce te encuentras con una señal a la izquierda que pone Ruta 66 y con otra a la derecha que pone... Ruta 66! Así que nos dedicamos a hacer los mismos kilómetros una y otra vez. Tema: El gps está muy bien para saber dónde estás y para ciudad, por carretera no sirve porque te intenta meter constantemente en las carreteras nacionales importantes, las interstate, y el viaje se convierte en una auténtica locura. Después de un momento complicado conseguimos encontrar el Cozy Dog Drive-In a las afueras de Springfield. Se trata de un restaurante donde Ed Waldmire Jr. se inventó a finales de la Segunda Guerra Mundial una cosa que consiste en una salchicha rodeada por una masa de maíz, clavada en un palo y luego frita. Suena horrible y la verdad es que es un poco raro. Curiosamente nada grasiento pero mazacote como nada y, desde luego, ninguna delicatessen. Marian todavía está espeluznada de cómo pudimos acabar ahí. 
Los Cozy Dog del Cozy Dog
Un café en el Starbucks que tiene café de máquina y nos adentramos en la ciudad de Springfield. Tema: según la guía, en EE.UU. hay 17 ciudades que se llaman Springfield y ninguna de ellas es la de los Simpson. Dos las encontramos en la Ruta 66. En este Springfield se encuentra la tumba de Lincon y un capitolio muy chulo. Tiene también una zona residencial de casitas victorianas muy bonitas que bien merece un paseo a pie en caso de contar con más tiempo. Nosotros no lo tenemos. 
De camino a Saint Louis buscamos en Waggoner una réplica de la Virgen de Lourdes, patrona de los camioneros y de lo los viajeros de la ruta a la que llaman "Our lady of the highways". Está situada al borde de la ruta, una vez pasado Waggoner al lado de los campos de maíz. A lo largo de los maizales hay una especie de valla hecha con el "Hail Mary", el Ave María protector.


Our Lady of the Highways
Una paradita para un helado en un sitio un poco freak lleno de los gigantes que tanto les gustan -un tipo con una salchicha, un ovni, un elefante rosa...- donde hay varias caravanas aparcadas y hacen de ese sitio un lugar imposible de vacaciones ¿? y derechitos a Saint Louis porque se hace tarde y la carretera está en obras. Buscamos alojamiento y nos volvemos en seguida al centro. No hemos podido encontrar más que un hotelito un poquito a las afueras porque hay una convención de no se sabe lo qué y un partido de los locales, Los Cardigans. Encontramos por la calle a dos jugadoras que no quisieron hablar con nosotros, sólo posaron para la foto. 
Qué estilazo bateando, que no???
Nos metemos en la zona de al lado del río Missisipi que tiene un ambientazo que no veas a probar la comida criolla en un sitio que se llama Broadway Oyster Bar. Tiene terracita y música en directo y además se puede fumar. Ni se os ocurra probar las ostras locales, no saben a nada y los mejillones tampoco son gran cosa. Después de ver con Luna Tiana y el sapo tenía que probar sí o sí el Yambala. Lo mejor de todo una cosa con gambas -buenísimas-, arroz, tomate y mil cosas más que pidió Geni. Sabrosísima. Hubo un amago de quedarnos a tomar una copa en un garito con una banda de blues en directo increíble, el cansancio nos hizo volver al hotel. Dejamos para mañana el visitar la ciudad.


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